Publicat en premsa el passat dia 23/05/2007
UN TIBURÓN MARTILLO HEMBRA SE REPRODUCE SIN MACHO
Las hembras de tiburón martillo pueden reproducirse sin mantener relaciones sexuales Un tiburón de la especie cabeza de martillo, en el acuario de Atlanta (EEUU), en octubre del 2005.
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EL PERIÓDICO
BARCELONA
Las hembras de tiburón martillo pueden reproducirse sin haber mantenido relaciones sexuales con un macho, según han confirmado expertos científicos a la BBC.
La demostración se produjo en el zoológico Henry Doorly de Nebraska (EEUU), donde una tiburón hembra tuvo una cría en el 2001 a pesar de no haber mantenido contacto con ningún macho.
Equipo internacional de investigadores
Las pruebas genéticas realizadas por un equipo de científicos de Belfast (Irlanda), Nebraska y Florida (EEUU) concluyeron que el recién nacido no tenía ADN de origen paterno, según especifica la BBC a partir del relato del diario especializado Biology Letters.
Este tipo de reproducción ya había sido comprobada en especies marinas vertebradas, pero no en las de tipo cartilaginoso, como es el caso de los tiburones. La partenogénesis, como es conocida esta forma de reproducción, se produce cuando una célula del huevo se convierte en embrión sin la contribución de ningún tipo de material genético procedente de alguna célula del esperma masculino.
Esta primicia científica fue ampliamente divulgada en el 2001, poco después del nacimiento del tiburón martillo. Pero no ha sido hasta ahora, con la aparición de nuevas pruebas de ADN, cuando los científicos han podido presentar pruebas irrefutables del caso.
La conservación de la especie
Los científicos consideran muy importante el hallazgo en las tareas de investigación para tratar de preservar esta especie. En la vida en libertad, estos animales deben soportar la amenaza del exceso de capturas, lo que pone en peligro la supervivencia del tiburón martillo y de otras especies. Los científicos alertan que el recurso reproductivo de la partenogénesis puede hacer incluso más vulnerable a estos animales. La razón es que la reproducción asexual reduce la diversidad genética, de manera que se hace más complicada la adaptación de los animales a las modificaciones de las condiciones ambientales o a la aparición de una nueva enfermedad, por ejemplo.
Con las relaciones convencionales entre un macho y una hembra, al mezclarse el ADN materno y paterno, las crías disponen de un perfil genético más amplio y heterogéneo, disponiendo de características que les pueden resultar ventajosas para adaptarse a las nuevas circunstancias de su entorno.