dilluns, 19 de març del 2007

el Principio de Peter

Principio de Peter: "En una jerarquía, todo empleado tiende a ascender hasta su nivel de incompetencia"

Peter racionaliza su incompetencia quejándose de que no puede mantener un contacto suficientemente estrecho con sus colegas y sus subordinados

Papiromanía : Peter abarrota su mesa con montones de papeles y libros que jamás usa. Consciente o inconscientemente, trata así de enmascarar su incompetencia dando la impresión de que tiene demasiado que hacer, más de lo que ningún ser humano podría realizar.

Gigantismo tabulatorio: Peter está obsesionado por tener una mesa más grande que sus colegas.

Autocompasión: Muchas conversaciones de ejecutivos se reducían al relato, por parte del empleado situado en un alto cargo, de quejumbrosas historias respecto a su situación.
«Nadie me aprecia realmente.»
«Nadie coopera conmigo.»
«Nadie comprende que la incesante presión ejercida desde arriba y la irremediable incompetencia existente abajo me hacen totalmente imposible realizar un trabajo adecuado y mantener una mesa limpia.» Esta autocompasión se combina generalmente con una fuerte tendencia a rememorar los «buenos tiempos», cuando el autor de las lamentaciones trabajaba en un puesto de menos categoría, en un nivel de competencia. A este combinado de emociones, autocompasión sentimental, denigración del presente e irracional alabanza del pasado, lo denomino complejo de los viejos tiempos. Una característica interesante del complejo de los viejos tiempos consiste en que, aunque el paciente típico pretende ser un mártir en su actual posición, ¡ni por un momento sugiere jamás que otro empleado estaría más capacitado para ocupar su puesto!

Alternación compulsivo: Peter trata de enmascarar su inseguridad manteniendo a sus subordinados en perpetuo desconcierto. Un ejecutivo de este tipo recibe un informe escrito; lo aparta a un lado y dice: «No tengo tiempo para leerme toda esa basura. Dígamelo a su manera..., y brevemente» Si el subordinado aventura una sugerencia verbal, este hombre le interrumpe en medio de la frase, diciendo: «No puedo ni empezar a pensar en ello hasta que me lo ponga usted por escrito. » Un empleado seguro de sí mismo será desinflado con una reprimenda, uno tímido será aturdido con una ostentación de familiaridad. Al principio, puede uno confundir la alternación compulsivo con la técnica ascensional de Potter, pero se trata de cosas completamente distintas. El método de Potter está destinado a promover a quien lo usa hasta su nivel de incompetencia. La alternación compulsiva es fundamentalmente una técnica defensiva empleada por un jefe que ha alcanzado su nivel. Los subordinados de este hombre dicen: ,«Uno nunca sabe a qué atenerse con él.»

El síndrome del vaivén. En el síndrome del vaivén se advierte una completa incapacidad para adoptar las decisiones apropiadas al rango. En la transferencia hacia abajo, los papeles son enviados a un subordinado con la orden: «No me maree con semejantes menudencias.» Así, el subordinado se ve obligado a decidir una cuestión que está realmente por encima de su nivel de responsabilidad.

Muchas palabras, pocas ideas: Peter deja de pensar, o al menos, reduce drásticamente su actividad cogitativa. Para ocultarlo, desarrolla esquemas de conversación de uso general o, en el caso de figuras públicas, discurso de uso general. Se compone de frases que tengan aire solemne, pero que son lo suficientemente vagas para ser aplicables a todas las situaciones, cambiando, en todo caso, unas pocas palabras cada vez para acomodarse al auditorio de que se trate.

La ignorancia es felicidad: Muchos Peter nunca se dan cuenta de que han alcanzado su nivel de incompetencia. Se mantienen perpetuamente ocupados, nunca pierden la esperanza de nuevos ascensos y permanecen, por tanto, felices y sanos. Naturalmente, usted preguntará: «¿Cómo lo hacen?»

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